El secretario de Defensa de EE.UU. Lloyd Austin. Imagen de archivo.
El gobierno de los Estados Unidos ha lanzado un ataque aéreo en Siria en respuesta a la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes en una base militar en el norte de Irak.
El ataque aéreo fue llevado a cabo por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en coordinación con el ejército iraquí, y tuvo como objetivo una instalación utilizada por milicias apoyadas por Irán en el este de Siria.
El Pentágono confirmó que al menos una instalación fue destruida en el ataque y que se cree que varios milicianos han resultado heridos o muertos.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, había advertido previamente que su gobierno no toleraría ataques contra el personal estadounidense en el extranjero y que tomaría medidas enérgicas en respuesta.
El ataque aéreo ha sido condenado por el gobierno de Siria, que lo ha calificado de una "agresión flagrante" contra su soberanía. Sin embargo, los Estados Unidos han afirmado que la acción fue necesaria para proteger a su personal y sus intereses en la región.
El ataque aéreo se produce en un momento de tensión creciente entre los Estados Unidos e Irán, y se espera que tenga un impacto significativo en las relaciones entre los dos países y en la situación en la región en general.
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