Una parte de la propiedad original de Mount Vernon de George Washington se vendió por la nada despreciable cantidad de $50 millones de dólares, lo que ahora sería la venta residencial más grande de la historia de la región de Washington D.C.
Como dato curioso, el primer presidente de Estados Unidos proclamó en 1797, en su último año como mandatario del país: “Preferiría estar en mi granja que ser emperador del mundo”.
Él se refería a la granja que se acaba de vender.
Situada en más de 16 acres de tierra, la casa fue comprada por última vez en 2014 por Robert Stevens, y su esposa, Michelle Stevens, por $18.6 millones de dólares. Stevens es el ex director ejecutivo de la empresa aeroespacial Lockheed Martin.
Conocida como River View Estate, la casa principal se extiende por 16,000 pies cuadrados y se compone de siete dormitorios y 13 baños, y cuenta con 400 pies de frente de agua con vista al río Potomac. La finca también cuenta con una casa de huéspedes de 2,600 pies cuadrados de tres dormitorios y tres baños.
La casa era parte de los 1,800 acres originales que el padre de George Washington compró en 1760, según se informó en el New York Post.
La venta se cerró el 29 de octubre por $48 millones e incluyó $2 millones en muebles y propiedad personal.
La casa permaneció en la familia de Washington hasta 1859 y solo ha cambiado de manos un total de cuatro veces desde entonces.
La casa, que inicialmente comenzó a venderse en septiembre de 2020 por $60 millones, ha tenido muchas renovaciones para modernizarla.
Estas renovaciones especiales incluyen un gimnasio en casa con ventanas con vista al Potomac, un área de spa con sauna y baño de vapor y una piscina cubierta.
También hay una sala de cine, una sala de recepción que da a los jardines y una sala de juegos con un bar completo y una mesa de billar.
También hay una cochera con garaje para cuatro coches, un apartamento tipo estudio, un largo muelle y varios jardines de rosas.
A solo diez minutos del área metropolitana de D.C., la casa también cuenta con sistemas de entretenimiento todo controlado por un banco central de computadoras.
Fuente: EL Diario NY
0 Comentarios