El miércoles pasado, las Ligas Menores anunciaron en sus redes sociales el retiro voluntario del torpedero dominicano Wander Javier. Su carrera profesional, que comenzó en 2015 con grandes expectativas, llegó a su fin o al menos a una pausa.
Javier, nacido en Bonao en diciembre de 1998, tenía un valor muy alto para los Mellizos de Minnesota, quienes destinaron su mayor bono internacional de US$4 millones para su contratación, por encima de jugadores como Vladimir Guerrero Jr., Juan Soto, Andrés Giménez, Oneil Cruz y Fernando Tatis Jr. Sin embargo, no logró cumplir con las expectativas debido a su falta de masa muscular y piernas débiles, además de una seria lesión en el hombro izquierdo que requirió cirugía en 2017.
Hasta 2022, solo había alcanzado la Clase A+. Fue enviado a AAA, donde jugó solo siete partidos antes de retirarse, con una línea ofensiva de .218/.292/.386 en 342 partidos en cinco temporadas, con 42 jonrones y 180 empujadas. A pesar de ser seleccionado en la ronda 11 del draft de 2019 por los Tigres del Licey, no llegó a debutar en la Lidom. En noviembre de 2022, Minnesota lo dejó en libertad y los Padres lo contrataron en enero de 2023, pero, según sus cercanos, su disciplina de trabajo no estaba a la altura.
El caso de Javier es común en el mundo del béisbol, donde los equipos destinan grandes sumas de dinero para firmar a prospectos jóvenes. De los 92 prospectos dominicanos firmados por al menos un millón de dólares entre 2010 y 2017, 41 ya no están en el sistema, lo que representa el 44,5%. De los 18 adolescentes que firmaron bonos millonarios en 2015, 10 no tienen contrato. Solo Amed Rosario sigue activo de los ocho prospectos que firmaron en 2012.
A pesar de que los equipos suelen tener más paciencia con el desarrollo de estas grandes inversiones, cuando las evaluaciones recomiendan poner fin, el tiempo y el ADN no tienen peso. Gregory Guerrero, sobrino de Vladimir Guerrero, recibió un bono de US$1,5 millones de los Mets de Nueva York y en noviembre de 2022 lo dejaron en libertad tras cinco temporadas en las que bateó para .227 con 10 jonrones y 73 impulsadas, siendo Clase A+ su máximo nivel. Josué Guerrero, primo de Gregory, recibió un bono de US$1,1 millones de los White Sox de Chicago en 2016 y fue dejado en libertad en 2019 sin haber superado la categoría de novatos. Jelfry Marte recibió un bono de US$3 millones de los Mellizos en 2017, pero en agosto de 2022 fue despedido después de jugar solo 198 partidos y con solo 21 años
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