El Papa Francisco presidió la misa de Jueves Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la tarde de hoy, marcando el inicio del Triduo Pascual. En su homilía, el Santo Padre habló sobre la importancia de la humildad y el servicio a los demás, destacando el ejemplo de Jesús al lavar los pies de sus discípulos.
La ceremonia, que se celebra en conmemoración de la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, contó con la presencia de un número limitado de fieles debido a las restricciones de la pandemia. En su sermón, el Papa recordó que la Iglesia debe ser un lugar de acogida para todos, especialmente para aquellos que están en necesidad.
"Jesús nos enseña a salir de nosotros mismos, a ponernos al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados", dijo el Papa. "La humildad es la llave que nos abre las puertas del cielo y nos permite estar al servicio de los demás".
El Papa también destacó la importancia de la unidad y la solidaridad en momentos de crisis, especialmente durante la pandemia. "En este tiempo de pandemia, hemos visto la importancia de estar juntos, de ayudarnos mutuamente y de no dejar a nadie atrás", dijo Francisco.
Tras la homilía, el Papa procedió a lavar los pies de 12 personas, representando a los discípulos de Jesús, en un gesto simbólico de servicio y humildad. La ceremonia concluyó con la procesión del Santísimo Sacramento hacia el altar de reposo, donde permanecerá hasta la celebración de la Vigilia Pascual el sábado por la noche.
La misa de Jueves Santo marca el inicio del Triduo Pascual, uno de los momentos más importantes del calendario litúrgico católico. Durante estos días, la Iglesia conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. El Viernes Santo se celebra la Pasión del Señor, mientras que la Vigilia Pascual del sábado por la noche marca el inicio de la celebración de la Resurrección de Jesús.
AP
0 Comentarios