El Congreso de Chile aprobó una ley que reduce la semana laboral de 45 a 40 horas, lo que representa un importante cambio para el país sudamericano. La iniciativa, que fue presentada por el gobierno del presidente Sebastián Piñera en 2019, ha sido una de las principales demandas de los sindicatos y trabajadores chilenos.
Con esta ley, los trabajadores tendrán derecho a trabajar un máximo de ocho horas diarias y 40 horas a la semana. Además, se establece que las horas extra deberán ser remuneradas con un 50% adicional al salario normal.
La nueva ley, que entrará en vigor gradualmente a partir del año 2022, contempla un plazo de transición de dos años para las empresas con más de 50 trabajadores, mientras que las pequeñas empresas tendrán un plazo de cuatro años para adaptarse a los cambios.
El gobierno chileno ha señalado que esta medida busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores y aumentar su productividad. Según estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una semana laboral más corta puede tener efectos positivos en la salud mental de los trabajadores y en la reducción de accidentes laborales.
La reducción de la semana laboral ha sido una demanda histórica de los trabajadores en Chile, que han manifestado en diversas ocasiones su preocupación por la cantidad de horas que deben trabajar a la semana, muchas veces sin recibir una remuneración adecuada por las horas extra.
La aprobación de esta ley ha sido celebrada por sindicatos y organizaciones de trabajadores en Chile, que ven en ella una importante victoria para los derechos laborales en el país.
EFE, AFP
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