México quiere proteger 59 especies de maíz nativo que garantizan la alimentación de la población.
La disputa comercial entre Estados Unidos y México por el maíz se enciende. El Gobierno de Joe Biden dijo el lunes (6.03.2023) que tomará medidas para impugnar la prohibición del Gobierno mexicano de introducir maíz genéticamente modificado de EE. UU. a México.
El centro del conflicto reside en que México quiere frenar paulatinamente el uso de maíz transgénico, así como del herbicida glifosato hasta 2024. Pero EE. UU. considera que las limitaciones a la exportación introducidas por decreto por México -que solo están referidas al consumo humano de maíz transgénico- no están basadas en conocimientos científicos. Y se trata de un negocio multimillonario en el que participan grupos empresarios transnacionales.
En 2022, México importó maíz estadounidense por un valor de casi 6.000 millones de dólares. Se trata, después de China, del segundo mayor mercado para el maíz de EE. UU., un país donde se cultiva en su mayoría maíz genéticamente modificado.
¿Habrá multas aduaneras?
"Las políticas de México amenazan con interrumpir un comercio agrícola de miles de millones de dólares y cortarán de raíz las innovaciones necesarias para abordar la crisis climática y los desafíos de seguridad alimentaria", dijo la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.
Las consultas técnicas ya pedidas por Estados Unidos a México son el primer paso de un proceso que podría llevar a que el vecino del norte presente una demanda formal contra México. Las partes deben reunirse en el marco de 30 días para discutir el asunto. Si no se llega a un acuerdo, EE. UU. puede buscar una resolución por separado bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que incluye a México y Canadá. Si eso fracasara también, EE. UU. podría aplicar multas aduaneras a productos mexicanos. Ya hubo consultas gubernamentales en EE. UU. sobre el tema hace cinco meses.
La Asociación Nacional de Productores de Maíz estadounidense describió la inminente prohibición de importación de maíz transgénico como "catastrófica" y aseguró que el maíz transgénico es seguro para el consumo humano. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, justificó la prohibición para consumo humano alegando riesgos para la salud. No hay "ningún interés individual, grupal o económico", dijo.
Búsqueda de soluciones
El Gobierno mexicano trata de ir al encuentro de las exigencias de Washington haciendo ajustes a un decreto anterior, de 2020, y relajando las restricciones. México dijo que permitiría las importaciones de maíz genéticamente modificado para alimentación animal y usos industriales, pero no para consumo humano. El nuevo decreto se limita estrictamente al maíz, y no afecta a otros cultivos, como la colza, el algodón o la soja, aunque sí conlleva, además, una disminución del uso de glifosato. Establece un período de transición para la implementación de las medidas previstas hasta el 31 de marzo de 2024.
Pero, para EE. UU., eso no es suficiente. Cerca de un 90 por ciento del maíz cultivado en ese país está modificado genéticamente, por lo cual es resistente a los herbicidas y a los insectos. Los que están a favor de la prohibición de México temen, por otro lado, que la introducción de maíz transgénico pueda poner en peligro a las especies nativas.
El Ministerio mexicano de Economía reiteró que el decreto tiene como fin "asegurar que las tortillas mexicanas sean producidas con maíz nativo para garantizar la preservación de la diversidad biológica de más de 64 variedades de maíz, de las cuales 59 son endémicas".
(cp/rml)
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