El pasado 1 de septiembre se cumple el 83º aniversario del inicio de la invasión alemana a Polonia, durante el arranque de la II Guerra Mundial, el Gobierno ultraconservador y nacionalista de Varsovia exige una compensación de 1.35 billones de euros a Berlín por las pérdidas materiales e inmateriales que generó el conflicto bélico al país, situación que Alemania considera zanjada desde hace décadas y que mencionarla ahora es una estrategia para distraer a la población de los niveles de la inflación y los precios de la energía.
Sin embargo, el ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, anunció este lunes en Varsovia que ha firmado una nota diplomática que remitirá a su homólogo alemán para "tomar acciones inmediatas" sobre las reparaciones de guerra a Polonia.
Según Rau, en el documento "se expresa la convicción de que ambas partes deben tomar acciones inmediatas para la resolución permanente, definitiva, integral, legal y material con respecto al tema de las consecuencias de la agresión y ocupación alemana" en la Segunda Guerra Mundial.
Polonia exige, explicó el ministro, "entre otras cosas, el pago por parte de Alemania de una indemnización por los daños materiales e inmateriales causados al Estado polaco" entre 1939 y 1945.
A través de esta nota, Varsovia propone "un reglamento que incluya una cooperación adecuada en la conmemoración de las víctimas polacas de la Segunda Guerra Mundial" y el compromiso alemán de "presentar a su propia sociedad una imagen real de la guerra y sus consecuencias, en particular los daños y perjuicios causados a Polonia y a los polacos".
En su comparecencia ante la prensa, Rau declaró que sólo así "las relaciones polaco-germanas se basarán en la justicia y la verdad y conducirán al cierre de capítulos dolorosos del pasado para garantizar un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales en el espíritu de la buena vecindad y una cooperación amistosa".
A mediados de septiembre, el Parlamento polaco adoptó una resolución que exige a Alemania asumir la responsabilidad "política, histórica, legal y financiera de todas las consecuencias causadas por (...) la Segunda Guerra Mundial".
De acuerdo con un informe encargado por el Gobierno polaco y presentado hace un mes, Berlín debe satisfacer una deuda de aproximadamente 1.35 billones de euros con Polonia, pues la renuncia a indemnizaciones que firmó el Gobierno comunista polaco de 1953 no fue legal.
El pasado 9 de septiembre, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó que "el paso de tiempo no exime al perpetrador de la obligación de indemnizar a la víctima" y que "hay crímenes que ni se perdonan por completo ni se olvidan jamás".
EFE
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