Novelista Salman Rushdie perdió la vista de un ojo y la movilidad en una de sus manos tras ser apuñalado en una conferencia en Nueva York

 Rushdie ha estado en la mira de musulmanes radicales desde la década de 1980 tras la publicación del libro "The Satanic Verses".

El novelista Salman Rushdie, quien fue atacado en agosto en plena conferencia celebrada en Nueva York, perdió la vista de uno de sus ojos y la movilidad en una de sus manos, según un informe.

De acuerdo con Andrew Wylie, agente de Rushdie en declaraciones a El País de España, las lesiones sufridas por el escritor fueron muy “profundas”, y describió otro tipo de heridas tras el atentado.

“(Sus heridas) eran profundas, pero (también) perdió la vista de un ojo. Tenía tres heridas graves en el cuello. Una mano está incapacitada porque le cortaron los nervios del brazo. Y tiene unas 15 heridas más en el pecho y el torso. Entonces, fue un ataque brutal“, apuntó Wylie.

No obstante, Wylie no precisó si Rushdie aún estaba en recuperación en el hospital. Solo especificó las consecuencias del ataque.

El novelista de 75 años fue apuñalado en el escenario de la Institución Chautauqua, al oeste del estado de Nueva York, siendo trasladado en avión a un hospital en el noroeste de Pensilvania, y tuvo que recibir una cirugía.

El sospechoso del ataque fue identificado como Hadi Matar, proveniente de Fairview, Nueva Jersey, quien se declaró no culpable de cargos de intento de asesinato y asalto.

Informes del fiscal de distrito del condado de Chautauqua, Jason Schmidt, señalaron que Matar habría estado motivado a una recompensa de $3 millones de dólares otorgada a quien mate a Rushdie, pues ha estado en la mira de radicales musulmanes tras la publicación del libro “The Satanic Verses”, que ha despertado la furia de musulmanes chiíes, que catalogaron los textos como un insulto a Mahoma, al Corán y la fe islámica.

La prohibición también se convirtió en amenazas, destacando la “fatua” anunciada por el ayatolá Ruhollah Khomeini, el entonces líder supremo de Irán en la década de 1980, mandando a asesinar al novelista y a cualquier persona involucrada con la publicación del libro, al que consideró como blasfemia.

Mientras Rushdie permanecía en el anonimato, gobierno iraní a nunció en 1998 que no respaldaría la “fatua”, haciendo que el escritor fuese saliendo gradualmente del anonimato. Sin embargo, en 2019, el ayatolá Ali Khamenei, sucesor de Khomeini como líder supremo, notificó que la “fatua” hacia el novelista era “irrevocable”.


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