Las pérdidas provocadas en el sector agropecuario por el paso del huracán Fiona por el este de la República Dominicana superan los 2,000 millones de pesos, estima Ulises de Veras, presidente de la Federación de Ganaderos de la región Este de la República Dominicana.
“Se han perdido en la región Este del país muchísimos más de 2,000 millones de pesos. Eso es un estimado que hemos hecho en cuanto a pérdidas”, expresó.
Dijo que la ganadería sufrió mucho en cuanto a las instalaciones de las salas de ordeño, corrales, empalizadas y pérdidas de animales. “También los ríos crecieron mucho y todo lo que limitaba con ellos sufrió muchos daños”, agregó.
“Todos los productores de cacao han sufrido mucho porque la brisa fue muy destructiva. Por aquí (El Seibo) todas esas lomas están limpias porque la brisa dobla y rompen todas esas matas de cacao; árboles que duran dos y tres años para recuperarse”, expresó.
Proyectó que el cacao y toda la agricultura no se recuperará inmediatamente.
Reportó que en la zona de Nisibón, La Gina de Nisibón y La Laguna de Nisibón, donde hay arroz, también, hay grandes pérdidas. “Lo mismo en la Gina de Miches, donde factorías fueron destruidas por el huracán, y en todas esas áreas donde hay agricultura, como arroz, plátanos, yuca, todo lo que la brisa combate ha sufrido mucho”, explicó el representante de los ganaderos de las asociaciones de Hato Mayor, El Seibo, La Romana Monte Plata, San Pedro de Macorís y La Altagracia.
Reconoció que el gobierno ha intervenido rápido a través de las autoridades del sector agropecuario, pero aseguró que las pérdidas durarán entre uno y dos años para reponerse.
“Tanto la agricultura, como la ganadería, los cacaocultores y los demás agricultores que han resultado afectados por el huracán, durarán más de un año para reponerse”, señaló el representante de la zona que envía al mercado más de 350,000 litros de leche diariamente.
Agregó que la ganadería de ordeño está compuesta por animales que hay que mantenerlos en lugares cobijados de zinc y los vientos del huracán tumbaron las instalaciones.
“A mí se me destruyeron cuatro enramadas, y tengo grandes pérdidas en los potreros y las orillas de las empalizadas que están cerca de los ríos. Los ríos crecieron de una manera violenta a lugares que eran inimaginables”, apuntó el productor ganadero.
Fuente: Diario Libre
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