Un motociclista murió al pasarse un semáforo en rojo y chocar un vehículo temprano esta mañana en Queens, informó la policía de Nueva York.
La víctima no identificada de 31 años resultó fatalmente herida después de que fue “expulsado” de la motocicleta durante la colisión, según New York Post.
La imprudencia mortal sucedió en el vecindario Richmond Hill alrededor de las 7:40 a.m. de hoy sábado. El ciclista viajaba hacia el oeste por Atlantic Avenue cuando “desobedeció la luz roja y chocó contra un vehículo que se dirigía hacia el norte” en Lefferts Boulevard, dijo la policía de Nueva York.
La víctima, que llevaba un casco, sufrió “trauma corporal múltiple”, dijeron las autoridades. Fue llevado al Hospital Jamaica, donde lo declararon muerto.
El conductor del otro vehículo de 30 años permaneció en el lugar y no se sospecha de ningún delito, dijo NYPD. Nadie más resultó herido.
Este año ha sido particularmente nefasto en el asfalto neoyorquino en los cinco condados. Del 1 de enero al 31 de julio unas 150 personas fallecieron en accidentes viales, según el Departamento de Transporte (DOT) de la ciudad.
Además de la violencia armada, los accidentes de tránsito han sido otro gran reto para el nuevo alcalde Eric Adams. Ello a pesar de “Vision Zero” (Visión Cero), plan de seguridad vial creado en 2014 por el entonces nuevo alcalde Bill de Blasio, quien prometió hacer que la ciudad fuese más segura para peatones, ciclistas y automovilistas, con una meta de cero muertes en 2024.
La ciudad de Nueva York ya había experimentado en abril un aumento del 35% en accidentes de tránsito, alertó NYPD. A finales de ese mes hubo una racha trágica a un promedio de una persona muerta por arrollamiento cada día.
La conducción imprudente a alta velocidad ha aumentado desde el comienzo de la pandemia en todo el país y NYC, y también hay más pedalistas –repartidores y paseantes- en las calles. El alquiler y compra de motos y bicicletas lleva rato experimentando un auge en la ciudad. Muchos de sus usuarios irrespetan los semáforos y el sentido de las vías y además han tomado las aceras invadidas por restaurantes, amenazando aún más a los peatones, en una ciudad que se jactaba de ser muy amable para caminar.
fuente: El Diario NY
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