Empresas de EE.UU. tendrán que pagar un impuesto a recompra de acciones

 

Empresas de EE.UU. tendrán que pagar un impuesto a recompra de acciones
El nuevo impuesto entrará en vigor el 1ro de enero del próximo año.

Calladamente, los demócratas incluyeron en su legislación sobre cambio climático y salud un impuesto a la recompra de acciones, una herramienta que las empresas siempre consideraban intocable. 

Las firmas deberán pagar un nuevo impuesto de un uno por ciento a la compra de sus propias acciones, lo que, en la práctica, representa un castigo para una maniobra que las compañías han usado desde hace tiempo para generar ganancias para sus accionistas y hacer subir los precios de sus acciones. 

Las “recompras” se dispararon en los últimos años --se calcula que en el 2022 llegarán al billón de dólares--, en que las empresas se llenaron de efectivo al lograr ganancias astronómicas. A los inversionistas, incluidos los fondos de pensiones y jubilaciones, les encantan las recompras. Pero los detractores de ese mecanismo, como los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, lo detestan, diciendo que es una “manipulación de papeles” para enriquecer a los altos ejecutivos y los grandes accionistas.

También le caen mal a demócratas de centro, como el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, que siempre la ha criticado. Los demócratas dicen que, en lugar de devolverle dinero a los accionistas, las grandes empresas podrían usarlo para subir los sueldos de sus empleados o invertir en mejoras. 

Hay quienes creen que este nuevo impuesto, que podría generarle 74.000 millones de dólares al gobierno en diez años, según algunos estimados, provocará un profundo cambio en el comportamiento de las empresas. 

Algunos expertos, no obstante, dudan que el impuesto tenga el impacto que muchos pronostican. Dicen que las firmas tienen otras formas de beneficiar a sus accionistas a las que podrían apelar, con resultados imprevisibles para la economía

Las grandes empresas del índice S&P 500 compraron una cantidad récord de sus propias acciones el año pasado, invirtiendo 882.000 millones de dólares. Esas compras totalizaron 984.000 millones de dólares en los 12 meses de abril a marzo, otro récord. 

Entre los que más apelaron a este recurso figuran las grandes compañías tecnológicas como Apple, Meta (la casa matriz de Facebook) y Alphabet (Google). Las firmas han seguido comprando sus propias acciones a pesar de la creciente inflación, las tasas de interés cada vez más altas y la posibilidad de que se frente el crecimiento económico. Y han tenido que pagar más por las materias primas, el transporte y la mano de obra. 

En términos generales, les pasaron esos costos a los consumidores, pero el aumento en los precios de la comida, la ropa y todo lo demás frena un poco el gasto del consumidor, y muchas firmas vieron disminuir sus ventas. 

La gente sigue gastando, aunque con más cautela, según las últimas estadísticas del gobierno. 

La recompra de acciones puede aumentar las ganancias de las empresas por acción porque hay menos acciones repartidas entre los accionistas. 

También son una muestra de confianza de los ejecutivos en las perspectivas de una firma. “Odio las recompras”, expresó Schumer en declaraciones a la prensa. “Creo que son una de las cosas más egoístas que hacen las empresas.

AP

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