¿Se congelarán los alemanes sin el gas ruso?

 Suben los precios de la energía y las autoridades buscan impulsar un descenso en el consumo

Suben los precios de la energía y las autoridades buscan impulsar un descenso en el consumo

Muchos inquilinos en Alemania están recibiendo unos desagradables correos por estos días. Debido al dramático aumento en los precios de la energía, los propietarios y agencias inmobiliarias están aumentando fuertemente la tarifa mensual de la calefacción. Una asociación berlinesa, por ejemplo, aumentará en 100 por ciento el costo para aproximadamente 31.000 apartamentos que se calefaccionan con gas o aceite.

Nadie sabe si esto se detendrá acá. La GdW, una asociación que agrupa a 3.000 empresas inmobiliarias de Alemania, estima que cada hogar en el país deberá pagar hasta 3.800 euros más de energía el próximo año.

La paz social en peligro

Se trata de gente normal que no podrá compensar ese incremento "renunciando a las segundas o terceras vacaciones del año", advierte la Asociación de Cooperativas de Viviendas de Sajonia. "Estamos hablando de la estabilidad financiera de las familias, eso deben entenderlo los políticos", agrega.

No solo el aumento de los precios de la energía asfixia a las personas. La inflación afecta a casi todo. El canciller alemán Olaf Scholz ya adelantó que ningún Estado del mundo puede absorber la inminente avalancha de costos. "No vamos a poder subsidiar todos los precios", enfatizó el canciller. Su ministro de Economía lleva semanas alentando a los alemanes a ahorrar energía.

Duchas frías y ropa abrigada

El mayor grupo inmobiliario de Alemania, Vonovia, quiere bajar la temperatura de calefacción por las noches a 17 grados. Eso reduciría el consumo en 8 por ciento, dicen. Durante el día se calefaccionará como de costumbre. El suministro de agua caliente tampoco se verá afectado por este cambio, señalan.

Las chimeneas podrían ayudar, pero los precios de la leña también se dispararon.

Las chimeneas podrían ayudar, pero los precios de la leña también se dispararon.

Las cosas son distintas en Dippoldiswalde (estado de Sajonia), donde una cooperativa informó a sus inquilinos que en el futuro solo habrá agua caliente temprano en la mañana, al mediodía y en la noche. Además, la calefacción permanecerá apagada hasta septiembre. "Vamos a ahorrar para el invierno", explicaron.

Más rápidos que Berlín

Luego de que se conociera esta noticia a través de las redes sociales, la ministra de Vivienda, Desarrollo Urbanístico y Construcción , Klara Geywitz, se apuró en calificar de ilegales estas restricciones al uso de agua caliente. En tanto, la Asociación Alemana de Inquilinos señaló que una medida como la adoptada en Dippoldiswalde es un motivo para reducir el alquiler.

La cooperativa sajona no parece verse afectada por estos comentarios y un miembro de la junta aseguró que los arrendatarios se habían mostrado muy comprensivos con la medida. Además, está feliz de haber iniciado un debate. "La gente está actuando mucho más rápido que los políticos en Berlín", dijo la entidad a la agencia alemana DPA.

¿Está la política rezagada ante el dramático desarrollo de los acontecimientos? El hecho concreto es que la dependencia del gas ruso fue subestimada por muchos años por las autoridades. La mayor parte del suministro fluye a través del gasoducto Nord Stream 1, que lleva a Alemania el gas natural a través del mar Báltico. En 2021, la participación rusa en las entregas de gas a Alemania fue de 55 por ciento, una cifra que según el Ministerio de Economía llega actualmente a 35 por ciento.

Instalaciones de Nord Stream.

Instalaciones de Nord Stream.

¿Mantenimiento o corte de suministro?

Argumentando la falla en una turbina que está siendo reparada en Canadá y que no puede ser despachada debido a las sanciones contra Moscú, Rusia ha recortado drásticamente la entrega de gas a Alemania. El 11 de julio, Nord Stream dejará de entregar gas debido a trabajos de mantenimiento que deberían durar cuando mucho dos semanas. ¿Reabrirán la llave los rusos después de ese plazo? "Si la turbina llega, podrá aumentarse el volumen de entregas", dice el Kremlin, que insiste en que no usa el gas como medio de presión política.

En Alemania piensan lo contrario y acusan a Rusia de realizar un "ataque económico". En Berlín esperan lo mejor, pero se preparan para lo peor y por ello se está promulgando un paquete de leyes que buscan mitigar las consecuencias de la escasez de gas y del aumento de los precios.

La Ley de Seguridad Energética estipula que en el futuro se podrán usar más centrales eléctricas a carbón para generar electricidad, de modo que el gas pueda usarse para la calefacción. La idea, en aras del medio ambiente, era dejar de usar carbón, pero el escenario impone ahora un cambio de rumbo.

¿Se avecina una severa crisis económica?

El número de proveedores de energía con problemas financieros aumenta y el Estado no puede ayudar siempre. "Nuestro país posiblemente se dirige a la peor crisis económica desde la fundación de la República Federal de Alemania", advirtió el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz. Se ha registrado ya la tasa inflacionaria más alta en 30 años, por primera vez en décadas la balanza comercial ha sido negativa y según Merz las empresas alemanas están amenazadas con perder de forma definitiva su competitividad internacional.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck.

A fines de junio, el instituto de investigación económica Prognos realizó un estudio sobre las consecuencias de una eventual paralización total de los suministros de gas ruso. En dicho caso, Alemania tendría que arreglárselas con los suministros de otros países y las cantidades de gas previamente almacenadas. El análisis sostiene que ya en las primeras cuatro semanas el gas no sería suficiente para cubrir las necesidades de todos. Dado que por ley los hogares y los servicios sociales tienen prioridad, la interrupción afectaría principalmente a la industria. Sectores productores de acero, productos químicos y vidrio se verían especialmente afectados.

Sin embargo, toda la economía sería golpeada. Prognos asume que si el gas ruso deja de llegar, la producción podría caer 12,7 por ciento a fines de 2022. Para comparar: como consecuencia de los confinamientos por la pandemia del coronavirus en 2020, el PIB alemán cayó un histórico 9,7 por ciento en el segundo trimestre del año. 

(dz/rr)

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