Opinión | Los efectos de la sociedad digital en el ejercicio del periodismo

 

  • Los efectos de la sociedad digital en el ejercicio del periodismo
  • Los efectos de la sociedad digital en el ejercicio del periodismo
Pablo Mckinney

En la anterior entrega terminamos afirmando que la sociedad digital ha conducido a la sociedad de la información hasta la Era del capitalismo de la vigilancia, definida por la profesora Shoshana Zuboff, en su libro del mismo nombre, como “un nuevo orden económico que reclama para sí la experiencia humana como materia prima gratuita aprovechable para una serie de prácticas comerciales ocultas de extracción, predicción y ventas”. Hablamos entonces, de un orden colectivo que se basaría en la certeza absoluta, y que conllevaría a la expropiación de derechos humanos cruciales que podrían considerarse como “un derrocamiento de la soberanía del pueblo”, un golpe mortal a la democracia en crisis. Los efectos de la sociedad digital en el ejercicio del periodismo
Entonces, llegados a esta parte, es el momento de responder la pregunta que justifica la elaboración de este trabajo: ¿Qué ha provocado todo este nuevo ecosistema digital de la sociedad de la información y del capitalismo de la vigilancia en el ejercicio del periodismo? 

Veamos:

La pérdida de la verticalidad de la información, la desaparición del periodista como intermediario único y exclusivo entre los hechos y los ciudadanos. Y es que ahora, de alguna manera “periodistas somos todos” o casi todos, sólo que la ampliación de la participación se ha realizado en detrimento de la calidad, de las reglas más elementales del periodismo profesional comenzando por la verificación de los hechos y la contrastación de las fuentes.  

2 La enfermedad de la INFODEMIA. El exceso de información que ofrece la sociedad digital conduce a lo que Byung-Chul Han define como INFODEMIA caracterizada por la difusión y multiplicación viral de la información. De tan informados de todo, no nos enteramos realmente de nada, pues el gran valor ahora es la atención, el tiempo, o como plantea Han, “en la sociedad de la información simplemente no tenemos tiempo para la acción racional”, por ejemplo, estudiar el contenido de los programas y propuestas de los partidos políticos antes de votarles. 

El surgimiento de la POSVERDAD. El reinado de las emociones sobre el razonamiento. La Posverdad. Como no hay tiempo para la atención ni la profundización, estamos frente a un tipo de comunicación donde lo que prevalece no son los argumentos sino la información que, partiendo de los sentimientos, alcance los visceral y tenga “un mayor potencial de excitación”. 

El reinado de la desinformación, las FAKE NEWS. Como la comunicación preferida no es ya la de los argumentos sino la de mayor potencial de excitación, la más impactante y capaz de generar un sentimiento de morbo o indignación, ella es presa fácil de las fake news, que como han demostrado investigaciones del Massachusetts Institute of Technology, concita más atención que los hechos, pero además provoca mayor impacto y reproducciones. La relación entre la divulgación de una mentira y su corrección es de 6 a 1. “Un Solo tuit con una noticia falsa o un fragmento de información descontextualizado puede ser más efectivo que un argumento bien fundado”, nos asegura Han.

El predominio de la instantaneidad de lo digital. En la sociedad de la información, la instantaneidad característica de lo digital impide la información integral para lo que lógicamente se necesita tiempo. Por eso el periodismo puede ser ágil, pero no instantáneo, porque necesita de los filtros de la reflexión, la verificación, la contrastación.

Finalmente, ¿qué puede hacer el periodista, el periodismo digital o impreso ante los cambios que ha impuesto esta nueva realidad? Veamos algunas recomendaciones.

No extraviar el camino. El buen periodismo es solo uno, solo cambia el formato. Centrémonos en hacer buen periodismo a partir del uso y respeto de las reglas básicas e indispensable del oficio. 

7 No temer a la tecnología. Como los libros, la tecnología no muerde y, además, siempre es inocente. Saquémosle provecho. El pasado fue ayer. 

Humildad ante todo. Es necesario respetar y aceptar la nueva horizontalidad de la comunicación. No basta informar, ahora se trata de comunicar estableciendo nuevos y múltiples canales de participación con los lectores y oyentes. 

9 “Avive el seso y despierte”. O sea, es la hora de agudizar el ingenio y la curiosidad y salvarse de la agenda setting. En una misma noticia hay mil historias que contar, encuentre la suya. 

10 El periodismo debe contar la vida. La fascinación de las redes tiene mucho que ver con la capacidad de contar, entonces solo se trata de mejorar el cuento a partir de las reglas del periodismo. El buen periodismo será humano, abierto, convergente, apasionado, y literario o no será. 

Algunas lecturas recomendadas: 
• La era del capitalismo de la vigilancia. Shoshana Zuboff. Barcelona. Paidós. 202

• Infocracia. Byung-Chul Han. Madrid. Penguin. 2022

• El filtro burbuja. Cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos. 
Eli Pariser. Barcelona. Penguin, 2017.

• Los elementos del periodismo. 
Bill Kovach, Tom Rosenstiel. Madrid. Ediciones El País. 2004.

• Privacidad es poder. 
Carissa Véliz. Barcelona. Penguin, 2021.

Vía | Listín Diario

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