Un hombre en Australia le dejó como herencia a su hija una fortuna de $12 millones de dólares, pero con una condición: que se ponga a trabajar.
Clare Brown, sin embargo, tilda de irreal la imposición de su padre y está impugnando en Corte la última disposición sobre la herencia.
“Dame lo que es mío por derecho. Yo estoy sufriendo”, clamó la mujer.
“Yo estoy arruinada constantemente y no puedo hacer nada al respecto”, alegó la australiana en A Current Affair.
Al momento, Clare vive en un suburbio de Sídney de ayudas del Gobierno junto a su esposa Lauren y la hija de ambas de 1 año.
Antes del fallecimiento de su padre, recibía $500 semanales de su padre mientras recibía los beneficios que otorga el Estado.
Sin embargo, el progenitor le había reducido la cantidad de estipendio que le suministraba.
Cuando el hombre falleció en enero, le dejó los millones que obtuvo en el mercado de valores, siempre y cuando cumpliera con dos requisitos: conseguir un empleo y contribuir a la sociedad.
La excusa de la mujer para no buscar empleo es que padece de Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD).
“Yo entiendo por qué esta gente quiere que yo sea un miembro funcional de la sociedad. Sin embargo, tienen que ver mi diagnóstico y entender que no va a pasar“, argumentó según citada por Daily Mail.
“Yo no voy a aprender a conducir porque tengo ADHD. Tengo la capacidad de atención de un mosquito”, aseguró.
Su esposa secundó las alegaciones al señalar que Clare batalla a diario para cumplir con las tareas básicas debido a que también fue diagnosticada con autismo de alto funcionamiento.
“Ella no tiene una función ejecutiva en su cabeza”, declaró Lauren.
“Nuestros gatos no comerían, ellos morirían de hambre porque ella no recordaría que ellos necesitan comer”, agregó la mujer.
La familia de Clare considera que lo anterior son solo excusas.
“Nos gustaría que consiguiera un trabajo y contribuyera a la sociedad. En lugar de que ella aceptara los deseos de su padre muerto, se dio la vuelta y demandó a su fideicomiso”, cuestionaron parientes de la mujer.
Fuente: El Diario NY
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