Latino mató a su novia y la arrojó a la basura: sentencia sin cadáver en Nueva York

Miguel Bonilla.


 Miguel Bonilla confesó que mató a puñaladas a su novia Juana Álvarez en el apartamento que compartían en El Bronx (NYC) y luego lanzó el cuerpo a la basura, en el verano de 2016.

La pareja era dominicana y el cadáver nunca fue hallado. El lunes Bonilla fue sentenciado de 25 años a cadena perpetua, casi seis años después de cometer el crimen. Mientras apuñalaba a Álvarez (52), el asesino tomó descansos para escuchar música. “La odiaba…”, dijo a la policía en una confesión grabada en video.

“Mató a su novia y se deshizo de su cuerpo como basura”

Darcel Clark, fiscal de El Bronx

Mantuvo su cuerpo en un armario mientras se descomponía, luego la ató, la puso en un carrito de compras y la llevó a un contenedor de basura calle abajo. Los investigadores registraron un vertedero en el norte del estado, pero nunca encontraron su cuerpo, aunque la confesión de Bonilla, los rastros de sangre de Álvarez en el apartamento y un video de seguridad de él empujando un carrito de compras que goteaba sangre les dio a los detectives lo que necesitaban para resolver el caso.

El crimen fue cometido el 27 de julio de 2016. Pero la desaparición de Álvarez no se reportó sino hasta casi dos semanas después, el 7 de agosto. El 22 de ese mes, Bonilla fue arrestada por evasión de pago del transporte público y admitió los escalofriantes detalles de su asesinato.

Aun así, llevó el caso ante un jurado, que lo declaró culpable de asesinato el 31 de enero. Finalmente el lunes lo sentenció la jueza Margaret Clancy, de la Corte Suprema de El Bronx.

“Nunca tendremos ningún cierre. Ningún cuerpo para enterrar. No hay tumba para visitar en cumpleaños y días festivos, ni siquiera cenizas a las que rezar, como ella hubiera querido”, dijo la hermana de la víctima, Iris Álvarez, en una emotiva declaración en la corte, citó Daily News.

“El acusado mató a su novia y se deshizo de su cuerpo como basura”, resumió la fiscal de El Bronx, Darcel Clark. “Aunque nunca se recuperaron sus restos, un jurado escuchó los hechos del caso y encontró culpable al acusado. Espero que esta sentencia traiga algo de consuelo a la familia de la víctima”.

Fuente: El Diario NY

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