La lira turca se hundió aún más el jueves cuando el banco central recortó las tasas de interés por tercer mes consecutivo luego de las presiones del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El banco recortó su tasa del 16 al 15 por ciento a pesar del aumento de la inflación y una moneda que se deprecia rápidamente.
La lira, la moneda de los mercados emergentes con peor desempeño en 2021, se hundió a un mínimo histórico de 10,98 frente al dólar antes del anuncio.
Posteriormente se cotizó a 10,84 liras frente al dólar.
La decisión del banco se retrasó cinco minutos por una razón no especificada.
“Simplemente un movimiento bastante ridículo”, dijo Timothy Ash, economista de BlueBay Asset Management, en un correo electrónico a los clientes.
“Realmente peligroso para la lira y para Turquía”, comentó.
Erdogan, un franco oponente de las altas tasas de interés para promover la inversión y el crecimiento económico, presionó el miércoles para que se recortaran las tasas.
“Mientras esté en esta posición, seguiré luchando contra las (altas) tasas de interés, seguiré luchando contra la inflación”, dijo.
“Eliminaremos este problema de las tasas de interés de los hombros de la gente. Nunca dejaremos que nuestra gente sea oprimida por (tasas) de interés”, dijo.
En un discurso a los miembros del partido gobernante AKP en el parlamento, Erdogan también justificó su decisión con un verso del Corán que prohíbe estrictamente el interés.
“No puedo apoyar a los que defienden los intereses”, dijo.
Erdogan, que en el pasado ha despedido a varios gobernadores de bancos centrales, es conocido por su creencia poco ortodoxa de que las altas tasas de interés provocan inflación en lugar de ayudar a controlarla.
La teoría económica convencional establece exactamente lo contrario.
Erdogan una vez llamó a las tasas de interés “la madre y el padre de todos los males”.
“¡Paren a Erdogan!”
La lira ha perdido el 31 por ciento de su valor frente al dólar desde el comienzo del año y la tasa de inflación anual ha alcanzado casi el 20 por ciento, cuadriplicando la meta del gobierno.
El banco central ha reducido su tasa de política en 400 puntos básicos a un 15 por ciento desde agosto.
Esto significa que Turquía tiene una tasa de interés real negativa, una política que devalúa los activos en liras y ofrece un incentivo adicional para que la gente compre monedas extranjeras y oro.
“¡Paren a Erdogan!”, tuiteó el líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, poco después del anuncio del banco central, usando un hashtag (#HemenSecim o elecciones inmediatas en inglés).
Kilicdaroglu calificó el miércoles a Erdogan el verdadero “gobernador del banco central” y lo acusó de arrastrar al país a la catástrofe.
Jason Tuvey, economista senior de mercados emergentes de Capital Economics, con sede en Londres, dijo que con esta decisión, los responsables políticos habían desafiado a los inversores que “claramente” habían estado presionando para que el banco central se opusiera al llamado de Erdogan de tasas de interés más bajas.
“La decisión es un recordatorio de que la política monetaria en Turquía se dicta en el palacio presidencial y también que el CBRT (banco central) ahora es más tolerante con una lira más débil que en el pasado”, señaló.
(Con información de AFP)
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