Agentes federales allanaron ayer dos casas, una mansión en Washington y una residencia histórica en NYC, ambas vinculadas al oligarca ruso Oleg Deripaska.
El multimillonario Deripaska hizo su dinero en aluminio y es un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin. También ha trabajado con el ex jefe de campaña del ex mandatario Donald Trump, Paul Manafort, quien fue condenado en la investigación sobre la posible interferencia de Rusia en las elecciones de EE.UU. en 2016.
Trump luego indultó a Manafort antes de abandonar la Casa Blanca. El nombre de Deripaska también aparece varias veces en el informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia de Rusia en la campaña presidencial de 2016, porque conocía a Manafort.
El FBI describió las operaciones de ayer como “actividades de aplicación de la ley” y no proporcionó ninguna información adicional sobre las circunstancias que rodearon su presencia en ninguna de las propiedades ni ninguna información sobre posibles investigaciones que involucren a Deripaska.
“Éste es un hombre de negocios que estaba en la industria de los metales y varias empresas diferentes con vínculos extremadamente estrechos con los más altos niveles del gobierno ruso y terminó ganando enormes cantidades de dinero en miles y miles de millones de dólares”, dijo a Fox News Doug Burns, ex fiscal federal.
Mientras los agentes del FBI retiraban cajas de la casa adosada en Gay Street en el West Village de Manhattan, otros agentes llevaron a cabo una búsqueda similar en una elegante residencia en Embassy Row en Washington DC.
Un portavoz de Deripaska dijo a los periodistas que las búsquedas estaban “relacionadas con las sanciones de Estados Unidos” y que las casas no le pertenecían a él, sino a familiares.
Las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro a Deripaska en 2018 -que lo acusó de soborno y de amenazar a empresarios de la competencia-, le impiden hacer negocios o poseer propiedades en Estados Unidos. Burns coincidió en que cree que estas búsquedas del FBI pueden tener más que ver con las sanciones que con la política.
El magnate ruso demandó al gobierno de EE.UU. por las sanciones que se le impusieron en 2018, pero un juez federal desestimó el caso en junio pasado. Además las autoridades estadounidenses le han estado negando repetidamente el visado en los últimos años por sus supuestos lazos con el crimen organizado.
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